Sus raíces profundas se metamorfosean en ramas. Se detiene ese instante de fragilidad punzante para su reconstrucción lírica, emana la hoja-pluma, el pájaro-raíz o la piedra-rama. Lo oculto pasa del ser al no ser, es Poiesis. Brota el yo consciente, que es un tú y un nosotros: Es poesía, es naturaleza. La dualidad nace de una unidad diversa en la que no existe el estado estático…
Aixa Portero