Aixa Portero sueña de esas fuentes e interpreta con su obra esta filosofía sencilla, cercana con las que convierte cada una de sus piezas en una crisálida de la que emergen el instante de la liberación y de la metamorfosis. Un poema visual y orgánico donde anidar la mirada, el goce, el pensamiento, el interior de nosotros mismos.
Guillermo Busutil